29 may 2008

UN ALTRUISTA A 3000 METROS



Siempre me ha gustado la montaña, supongo que, viviendo rodeada de agua por todas partes, pisar el monte te aporta muchas sensaciones nuevas.


Ni cortos ni perezosos mis amigos de Sabadell, Granollers y yo nos dispusimos a abordar el Pedraforca, un mazizo en el parque natural Cadí-Moixeró donde existe un refugio de montaña a 2500 mts en la comarca del Berguedá, en el prepirineo catalán.


Hicimos las mochilas con una velocidad supersónica mientras el Jefe de la Expedición reservaba las plazas para pasar la noche en el "refu", las previsiones meteorológicas no eran muy favorables, daban nieve por encima de los 1200 mtrs, pero eso hizo mas excitante nuestro viaje , la aventura es la aventura!!


Llegamos por fin!! estaba todo nevado, precioso. Jordi ,el guarda del refu nos esperaba para darnos la bienvenida, típica hospitalidad por los lares montañeros, con una buena hoguera , faltaba el caldito , pero bueno, esto no es Manhattan!!


No me quitaba ojo, todos nos dimos cuenta, y una que es una traviesa empedernida, le esbozó una estupenda sonrisa a la cual el respondió sin titubear.


Pasamos la noche alrededor de la hoguera contando historias y vivencias hasta las 12.00 que nos cortaron la juerga ya que allí se alojaba más gente que necesitaba descansar, la escalada en hielo requiere madrugar mucho para conseguir nieve en óptimas condiciones, y había bastantes escaladores , así que había que respetar.


...Has visto amacecer alguna vez a través de una ventanita de madera, con un manto blanco kilométrico cubriéndolo todo? Salí afuera, era digno de ver, la sensación de paz aumentaba por momentos, y la vista se me perdía en la cima del Pedraforca, que se elevaba majestuosamente ante mis ojos como la novia del cielo. Cuenta la leyenda que las brujas se congregaban cada noche de viernes para invocar al diablo ya que la cima tiene dos perfiles que bien parecen los cuernos de Lucifer.

La belleza de la montaña es difícil de describir, hay que vivirla, Jordi lo sabía, de hecho, vivía allí solo los 365 días del año, cuidando de los montañeros que llegaban expectantes a la ascensión o los que bajaban deseando un plato caliente y cuidando de él mismo con una frialdad impresionante, a 3000 metros y solo, no puedes dar un paso en falso...


Se había retirado de su anterior curro, trabajador social, sus padres son los fundadores de una granja de equinoterapia (terapia con caballos) en Vilafranca del Penedés, trabajaba con niños con problemas de adaptación, hijos de presos, hijos de "yonkis", vamos, un cuadro, ese tipo de trabajo que sólo algunos pueden hacer, me conmovió enormemente su altruísmo, hijo de altruistas, estaba sin duda en otro nivel personal.


"Vente unos días y así saboreas el día a día en un refu", y sin dudarlo allí estaba dos semanas después. El "Pedra" estaba en plena ebullición , un grupo de montañeros madrileños iban a escalarlo.


Me uní a ellos mano a mano, la cocina era larga y estrecha, pero con espacio suficiente para al menos diez personas, los fogones eran de gran diámetro y las perolas como las de antaño, altas , grandes y de rancho, por las ventanas podías ver todo el valle que rodea el refugio, y así pasaron las horas , disfrutando de una compañía excepcional, y escuchando historias de auténticos héroes de la montaña, de rescates imposibles, pero con éxito y de gente sencilla y humilde que vive la Naturaleza en otra dimensión...

Un beso enorme a Jordi, y a todo su "equipo" por su gran labor.

muaaaaaaaaaaaaaaaaaak!!



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